Los ataques terroristas del 11 de septiembre y sus secuelas

Santo Domingo, República Dominicana, 23 y 24 de noviembre de 2001

Resolution

La Internacional Socialista de Mujeres reitera su más categórica condena al ataque terrorista perpetrado contra el pueblo norteamericano el 11 de septiembre de 2001. Tales actos constituyen una amenaza a la paz y la seguridad internacionales, y una clara violación de los derechos humanos fundamentales entre ellos, el más fundamental de todos: el derecho a la vida.

La Internacional Socialista de Mujeres afirma con claridad que la guerra constituye el fracaso de la política y demanda más y mejor política y sobre todo una política que impida militarizar la vida colectiva, el pensamiento, las actitudes y las respuestas, que pueden condenarnos al juego dual del bien contra el mal, en una espiral que no hará más que aumentar el dolor en la humanidad y potenciar la voluntad destructiva.

Las mujeres socialistas hemos rechazado siempre el fundamentalismo y el extremismo -cuyas primeras víctimas son, siempre y en todas partes, mujeres y niños-y hemos promovido dentro de nuestra organización una cultura de paz, de cooperación, de respeto mutuo y de no violencia, como lo demuestran nuestras resoluciones. La actual situación demuestra con meridiana claridad la necesidad urgente de redoblar nuestros esfuerzos.

La ayuda humanitaria de emergencia a Afganistán y los países vecinos es una primera prioridad para poder responder a las necesidades inmediatas de la población afgana, como asimismo, a las de los refugiados afganos. Mientras tanto, expresamos nuestra preocupación por las dificultades de acceso y de transporte para la ayuda humanitaria a Afganistán y llamamos a los países de la región a que faciliten por todos los medios posibles el funcionamiento de la ayuda humanitaria.

Es preciso contar con una fuerte cooperación internacional a fin de llevar ante los tribunales a quienes perpetraron estos crímenes. Para lograrlo se debe recurrir a todos los medios legítimos al alcance tanto de los Estados como de las organizaciones internacionales que se basen en los principios de la democracia y el imperio de la ley.

Convenimos en que los Estados necesitan adoptar medidas adicionales para prevenir ataques terroristas en sus territorios, pero observamos con gran preocupación que esto puede llevar a la erosión de las libertades civiles. Se debe evitar a toda costa la militarización de la sociedad. Solicitamos perentoriamente que las respuestas tengan por base la moderación y la razón, y que no lleven a dar rienda suelta a la venganz.

Para atacar las raíces subyacentes del conflicto se precisa reducir la pobreza y la injusticia, y combatir la exclusión social, económica y cultural; además de fomentar el desarrollo, la democracia y los derechos humanos. Sin justicia social global, no puede haber estabilidad global.

Por consiguiente, la Internacional Socialista de Mujeres hace un llamamiento a los gobiernos para:

  • trabajar estrechamente unidos y dar cumplimiento a las convenciones y protocolos internacionales pertinentes relativos al terrorismo, y a las resoluciones del Consejo de Seguridad de la ONU;
  • reiterar la necesidad de dar cumplimiento integral a la ley internacional de derechos humanos que protege los derechos de mujeres y niños, especialmente durante y después de los conflictos;
  • atacar las raíces subyacentes del fundamentalismo y el extremismo a fin de asegurarse de que no encuentren terreno fértil para medrar;
  • reiterar el importante papel que le cabe a la mujer en la prevención y resolución de conflictos; y asegurarse de que haya una mayor representación de mujeres en todos los niveles de toma de decisión en instituciones y en organismos nacionales, regionales e internacionales que supervisan la resolución de conflictos;
  • elaborar un plan para la paz y la democracia en Afganistán en en el que se garantice la participación plena de las mujeres en todo el proceso.

La Internacional Socialista de Mujeres hace un llamamiento a los partidos miembros de la Internacional Socialista para exigirles el compromiso máximo en el cumplimiento de las resoluciones de la IS sobre la paz, sobre la cultura de la paz, sobre la globalización y sus consecuencias.